A pesar de que l@s niñ@s tienen una gran capacidad de adaptación y de resistencia ante los cambios, estos también les afectan. El hecho de permanecer de forma continuada en casa, la falta de juego al aire libre, así como, la ausencia de interacción con otr@s niñ@s, puede aumentar su nivel de estrés y que esto, a su vez, afecte a su estado de ánimo.
No sería extraño, por tanto, que l@s niñ@s más nerviosos y activos puedan experimentar episodios de rebeldía. La falta de rutina también puede contribuir a cambios en el humor.
Os contamos algunas actividades que podéis hacer para ayudar a l@s niñ@s a gestionar mejor sus emociones y cambios de estados de ánimo en casa:
La caja de las buenas ideas:
Una caja para hacer en familia en la que escribir o dibujar ideas para cuando estemos aburridos, nerviosos o tengamos conflictos. La hacemos, decoramos entre tod@s y metemos todas las ideas que se nos ocurran. Las usamos cuando las necesitemos ¡Tendremos soluciones a muchos momentos!
El semáforo del enfado:
Una herramienta que nos servirá para explicar a los niñ@s lo que hay que hacer cuando estemos en cada uno de los colores.
- Rojo, muy enfadad@, me voy a mí rincón de la calma
- Amarillo, comparto con alguien ideas para ver qué puedo hacer
- Verde, pongo las soluciones en práctica
Manos a la obra, hagamos nuestro semáforo y usémoslo en casa tod@s junt@s
Mural de la responsabilidad:
Será un mural que se colocará en un lugar visible e indicará qué tiene que hacer cada un@, cómo tiene que hacerlo y cuando debe terminarlo. Además, podemos añadir una recompensa o consecuencia por hacerlo, que no tiene por qué ser material.
Palabras secretas:
Para gestionar situaciones en casa y antes de que se “desborden”. Nos facilitará una convivencia positiva. Se trata de acordar palabras secretas para realizar una determinada acción. Por ejemplo:
- "¡Paz!" y todo el mundo debe quedarse quieto y empezar a respirar lento diez veces
- "¡Eureka!" y todo el mundo debe sentarse rápidamente a pensar una solución sobre lo que pasa
- "¡Máscara!" y todo el mundo debe cambiar la expresión de su cara a lo contrario que está sintiendo durante un minuto.
