Espero que todos sigáis fenomenal!
Muchas gracias por vuestros trabajos. Lo estáis haciendo todo muy bien.
Este mes, en Valores, seguimos con el
“ESFUERZO”. Hoy me gustaría que leyerais este cuento. Habla de la importancia
de esforzarse y perseverar en las tareas para conseguir buenos resultados.
Debajo tenéis unas preguntas para que
reflexionéis y las contestéis. Las podéis copiar en una hoja, respondéis, hacéis la foto y me las mandáis al correo.
UGA, LA TORTUGA
¡Caramba, todo me sale mal!, se lamenta constantemente Uga, la
tortuga.
Y es que no es para menos: siempre llega
tarde, es la última en acabar sus tareas, casi nunca consigue premios a la
rapidez y, para colmo es una dormilona.
- ¡Esto tiene que cambiar!, se propuso un buen día, harta de que
sus compañeros del bosque le recriminaran por su poco esfuerzo al realizar sus tareas.
Y es que había optado por no intentar
siquiera realizar actividades tan sencillas como amontonar hojitas
secas caídas de los árboles en otoño, o quitar piedrecitas de camino hacia la
charca donde chapoteaban los calurosos días de verano.
- ¿Para qué preocuparme en hacer un trabajo
que luego acaban haciendo mis compañeros? Mejor es dedicarme a jugar y a descansar.
- No es una gran idea, dijo una hormiguita.
Lo que verdaderamente cuenta no es hacer el trabajo en un tiempo récord; lo
importante es acabarlo realizándolo lo mejor que sabes, pues siempre te quedará la recompensa de
haberlo conseguido.
No todos los trabajos necesitan de obreros
rápidos. Hay labores
que requieren tiempo y esfuerzo. Si no lo intentas nunca sabrás
lo que eres capaz de hacer, y siempre te quedarás con la duda de si lo hubieras
logrados alguna vez.
Por ello, es mejor intentarlo y no
conseguirlo que no probar y vivir con la duda. La constancia y la perseverancia son buenas aliadas para conseguir lo
que nos proponemos; por ello yo te aconsejo que lo intentes. Hasta te puede sorprender
de lo que eres capaz.
- ¡Caramba, hormiguita, me has tocado las
fibras! Esto es lo que yo necesitaba: alguien que me ayudara a comprender el
valor del esfuerzo; te prometo que lo intentaré.
Pasaron unos días y Uga, la tortuga, se
esforzaba en sus quehaceres.
Se sentía feliz consigo misma pues cada día conseguía
lo poquito que se proponía porque era consciente de que había hecho todo lo
posible por lograrlo.
- He encontrado mi felicidad: lo que importa
no es marcarse grandes e imposibles metas, sino acabar todas las pequeñas tareas que
contribuyen a lograr grandes fines.
FIN
1. ¿Qué le pasaba a
Uga la tortuga? ¿Por qué se metían todos los compañeros del bosque con ella?
2. ¿Hizo algo Uga
para cambiar esta situación?
3. ¿Qué le dijo la trabajadora hormiguita?