No puedo estar más feliz, orgullosa y feliz por vosotros. Han sido dos años maravilloso, en los que no sólo he sido vuestra profesora (tan orgullosa), sino que he aprendido muchísimo con vosotros. Eso es lo maravilloso de la vida: aprender siempre algo.
Han sido muchos días felices, otros más durillos, pero siempre habéis tenido esa fuerza necesaria para seguir hacia adelante. Siempre os digo: aunque nos encontremos piedras en el camino, todas ellas se pueden saltar y todo sigue bien. Son precisamente esas piedras las que nos hacen más fuertes, más sabios...
Gracias por dejarme haber sido parte de vuestras vidas, por ser tan buenos chicos. Aunque estos últimos tres meses hayan sido diferentes, todo se puede "rehacer", y ya os hemos dicho que un día quedaremos todos para celebrar con una buena merienda esa graduación que no se ha podido celebrar. Ya sabéis..."más vale tarde que nunca".
Empezáis ahora una nueva etapa de vuestras vidas. Una etapa preciosa pero, como siempre, con alguna piedrilla que se cruzará. Sed siempre fuertes, perseguid aquello que ansiáis, que queréis, que soñáis. Todo, todo, todo es posible. Y es verdad, es así.
Mucha fuerza, mucha suerte, nosotros siempre estaremos aquÍ para cualquier cosa, pero cada vez tendréis que abrir más las alas para hacer esa vuelo llamado vida por vosotros mismos. Y veréis lo bonito que es.
Os quiero mucho. ENHORABUENA, CAMPEONES.